La exposición es resultado del libro "Habitantes solitarios: poéticas del habitar en la vida doméstica" de Juan Fernando Hernández, magíster en Hábitat de la UNAL Medellín.

Inquilinatos y solitarios: poéticas del habitar, se encuentra en el cuarto piso del Bloque 24, abierta al público hasta el 5 de noviembre.

En el libro "Habitantes solitarios: poéticas del habitar en la vida doméstica" Juan Fernando Hernández abre una ventana al mundo interior de quienes viven solos en la ciudad contemporánea. Desde una mirada sensible y académica, el autor explora cómo se construye el hábitat doméstico cuando la soledad no es ausencia sino presencia: un modo de estar y habitar. 

Resultado de un proceso investigativo desarrollado en la Maestría en Hábitat de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín, la obra combina entrevistas, observación y análisis cultural para comprender la vida cotidiana de hombres y mujeres que transforman sus moradas en extensiones de su identidad.

Con esta investigación, Hernández revela cómo cada objeto, ritual y silencio construyen un espacio profundamente humano y plantea que habitar en solitario, más que una condición marginal, es una forma legítima de existencia urbana, atravesada por factores económicos, emocionales, sociales y simbólicos.

Aquí puedes descargar la versión digital del libro mencionado.

Más que inquilinatos y solitarios

Inquilinatos y solitarios: poéticas del habitar está compuesta por una serie de fotografías que el investigador ha recopilado a lo largo de los años que lleva investigando el tema. Desde su formación en pregrado como historiador hasta la maestría en Hábitat, las cuales fueron seleccionadas por Julián Sepúlveda y Katerine Cerquera, integrantes del Semillero EPIA, durante la curaduría y montaje de la muestra.

Las imágenes exponen los modos de vida de los habitantes solitarios en los inquilinatos San Pedro, San Lorenzo y San Benito, ubicados en el centro de Medellín. Estos espacios, a pesar de no haber sido incluidos en la política pública formulada hace una década, siguen siendo escenarios clave para pensar el hábitat popular en una ciudad atravesada por procesos de gentrificación, exclusión habitacional y fragmentación social.

Este archivo adquiere hoy otro sentido y propone nuevas preguntas: ¿cómo es el habitar solitario tras la pandemia? ¿Cómo los inquilinatos han acogido el fenómeno migratorio? El Observatorio queda convocado a seguir investigando las prácticas cotidianas, para reconocer y dignificar diversos modos de habitar en la ciudad que persisten y se transforman, se lee en el texto curatorial que acompaña las 30 fotografías distribuidas por el Salón de Investigadores de la Escuela del Hábitat. La exposición se encuentra abierta al público hasta el 5 de noviembre en el cuarto piso de la Facultad de Arquitectura. 

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