La invisibilidad del riesgo
Estudiante Itzamar Cuervo López - Grupo de Investigación Hábitat, Comunicación y Cultura
Medellín, Abril 12 de 2015
El día miércoles 8 de abril se presentó un deslizamiento de tierra ocasionando la pérdida total de 8 viviendas y la afectación de 26 más en la comuna 2, Santa Cruz de Medellín, barrio La Francia.
Una situación que se presentó sobre la quebrada la Blanquizala en límites entre el barrio Andalucía y la Francia, de acuerdo a una conversación con el presidente de la acción Comunal del barrio la Francia, las viviendas ya se encontraban desocupadas lo cual evitó que la tragedia fuera mayor, dijo que las viviendas estaban averiadas desde hace varios meses, presentaban grietas y daños que con el último sismo que se sintió en Medellín (el pasado 10 de marzo) y los últimos aguaceros desestabilizaron más la tierra lo cual ocasionó que las viviendas quedaran en riesgo inminente.
La acción comunal aviso al DAGRD de dicha situación y generaron la evacuación de las familias, quienes no habían salido de sus casas por que no tenían donde ir, según Don Gustavo en la conversación con él a las afueras de la acción comunal, mientras señalaba el lugar del deslizamiento.
Más allá del lamentable acontecimiento, son situaciones que no se pueden repetir, cada vez que tengamos problemas de invierno, sismos, etc. El visitar el lugar muestra que las viviendas siempre, desde su origen habían estado en riesgo, dado que ocupan el borde de una quebrada y su estructura no tiene las condiciones técnicas para permanecer allí. En esas circunstancias se encuentran gran número de viviendas en el sector, lo que pone de manifiesto que hay que pensar en el riesgo y la construcción de la vivienda más allá de atenderlo cuando la emergencia no da espera.
"‘Desde el año 2004 se han realizado múltiples recomendación de evacuación de estas viviendas, ubicadas en zona de alto riesgo’, dijo Santiago Pérez Valencia, subdirector de Manejo de Desastres del Dagrd." (El tiempo, 9 de abril de 2015)
Desde el 2004, es decir 11 años después se viene a entender que en efecto si podían venirse al suelo. Afirmaciones como estas no pueden ser permitidas más cuando la vulnerabilidad de la vivienda es un hecho conocido, predecible y que puede ser atendido.
No conozco personalmente la situación de las familias afectadas por este alud, pero por la lectura que se hace del lugar, por las condiciones en las que se encuentran ubicadas sus viviendas, es un problema técnico y social, no hay que profundizar mucho para entender que la situación ambiental de éstas y otras comunas en la ciudad, dependen de decisiones tanto desde la ingeniería, la arquitectura, como desde las políticas y tomas de decisiones de las instancias de planeación. No se puede tratar al poblador como aquel que no atiende las recomendaciones, que obvia que puede perder la vida ante un deslizamiento, no cuando es allí, sobre el riesgo que ha construido su patrimonio, donde alberga sus enceres, donde invierte parte de su trabajo en el mejoramiento diario de su vivienda.
En conclusión es necesario acercarse a la manifestación antes que a la enfermedad, pensar una ciudad que atienda el riesgo desde la planificación no desde la atención a víctimas. Las soluciones técnicas no pueden ser vistas como recomendaciones a la espera del desastre.