Los tres representantes del Grupo de Jericó entregaron sus memorias al decano de la Facultad y a la directora de Sala U. La entrega del compendio “Memoria urbana de Jericó” a la Facultad se llevó a cabo al finalizar el conversatorio Aprender Juntos entre la curadora Adriana Ríos y los arquitectos Gloria Molina, Luis Alfredo Orozco y Pedro Torres, tres integrantes del Grupo de Jericó, el pasado martes. Con esta segunda actividad, Sala U abre una serie de talleres y conversatorios en torno al valioso material recibido. El Grupo de Jericó destacó entre su generación por cuestionar la enseñanza de la arquitectura. También conocidos como el Grupo de los Veinte o El Grupo, estos jóvenes estudiantes de Arquitectura sobresalieron durante su formación académica por sus reflexiones críticas sobre la enseñanza y metodología de los profesores de la época. Contrario a lo imaginado, la relación entre estudiantes y profesores era buena. El profesor Pedro Torres explicó lo que sucedía en ese momento como una “separación entre la idea del gran maestro y el hacer de los estudiantes. Porque ellos eran muy dogmáticos”, y agregó: “Criticamos el método y la forma como veníamos aprendiendo”. Los fenómenos de migración en la ciudad debido a la industrialización experimentada a inicios del siglo XX, la construcción del Metro, las tensiones políticas y un paro de más de ocho meses en la Universidad, influenciaron la capacidad reflexiva del grupo, dijo Gloria Molina, una de las 135 personas que iniciaron su formación académica a mediados de 1976 y una de los 20 que se graduó como arquitecta en 1984. El Grupo de Jericó reunió a veinte jóvenes inquietos y reflexivos en torno a un proyecto en común: diseñar el Plan de Desarrollo de Jericó como trabajo de grado colectivo. “Muchos sueños segregados, cada quien quería algo diferente y el proyecto los unió”, dijo Molina acerca de esta experiencia colectiva, que es un referente de colaboración, gestión y reflexión para las generaciones siguientes que han habitado la Facultad de Arquitectura Sede Medellín. El diseño no es una isla Es el título de la exposición, producida por Nadia Moreno Moya, directora de Sala U, que recrea el salón donde el grupo solía conversar, con elementos de la época, fotografías, grabaciones, y apoyos gráficos, la mayoría cedidos por ellos con el propósito de que su trabajo perdure en el tiempo y aporte a las discusiones actuales sobre la enseñanza de la arquitectura. “El año pasado se hizo una convocatoria a los egresados de múltiples épocas para que enviaran sus memorias, entre esas llegó la memoria del proyecto del Grupo de Jericó y se hizo una exposición colectiva”, explicó Adriana Ríos Monsalve, curadora del proyecto enmarcado en la celebración de los 70 años de la Facultad de Arquitectura. La exposición está dividida en tres ejes: El oficio del arquitecto, donde se abordan los antecedentes y el contexto en que se desarrolló el trabajo de grado. Aprender juntos, pensado como un espacio para el diálogo e intercambio y co-creación entre estudiantes, profesores y visitantes a Sala U, a partir de la experiencia contada por los integrantes del Grupo de Jericó. Finalmente, el tercer eje está pensado en los talleres, charlas y montajes que acompañarán la exposición hasta el cierre. Entre ellas está la reinterpretación del manifiesto Crítica de la Enseñanza a cargo de los estudiantes del semillero de investigación EPIA que dirige la profesora Moreno. |