Con murales que evocan las comunidades que habitan los territorios del país y la readecuación de los bloques 24 y 25, la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín le apuesta al bienestar de su comunidad académica mediante una transformación física y simbólica de sus lugares de encuentro. Las modificaciones realizadas a los espacios académicos, administrativos y de bienestar en los edificios 24 y 25 del campus El Volador se enmarcan en el Plan de Acción 2022-2024, propuesto por el profesor Ader Augusto García Cardona, decano de la Facultad de Arquitectura durante su primer periodo. La entrega de las obras a la comunidad académica se ha venido realizando paulatinamente desde el año pasado. Actualmente, la Facultad cuenta con un moderno ascensor instalado en el bloque 24, nuevos salones, salas de reuniones y zonas comunes para el bienestar de estudiantes, docentes y personal administrativo. Además, se destacan las intervenciones artísticas que reflejan las particularidades de los territorios donde la Facultad ha desarrollado proyectos en articulación con comunidades, de acuerdo con lo establecido en el Plan de Acción 2024-2026. Murales inspirados en el territorio colombiano Colores intensos que representan la fauna amazónica y del Tumaco, las comunidades que habitan estos territorios, sus viviendas e idiosincrasias, se plasman en los ocho murales que embellecen los muros y vigas de la entrada del bloque 24. Esta composición artística rinde homenaje a los saberes ancestrales y a la riqueza natural del territorio colombiano. La intervención mural, realizada por los artistas Santiago Cuervo Ortega (@cuervoo.art) y Ana Milena Tamayo (@morfe_1), no solo revitaliza el espacio físico, sino que también invita a reflexionar sobre la diversidad territorial del país y el papel de la arquitectura en su representación. Desde la Decanatura, en conjunto con la Dirección de Bienestar de la Facultad, se lideran iniciativas que promueven la inclusión y la no violencia en los espacios académicos. “Quisimos representar estos temas a través de ciertos colores lilas y de la mujer”, expresó Cuervo. Además, los murales destacan la cooperación entre la Facultad de Arquitectura Sede Medellín y la Sede Amazonía, en el marco del Programa de Admisión Especial con Enfoque Territorial (PAET). “La idea es que esa relación con los territorios se siga fortaleciendo”, señaló Tamayo. Del otro lado del muroDetrás de cada obra hay un artista. En este caso, dos muralistas comprometidos con el arte y la pedagogía comunitaria dentro y fuera de la Universidad. “Siempre fui artista desde pequeño. Me encantaba hacer retratos, lienzos, cositas así. Siempre he sido muy observador”, comenta Cuervo, muralista desde 2019. Aunque es ingeniero geólogo egresado de la Facultad de Minas, se considera un artista empírico y autodidacta. Sus obras resaltan la biodiversidad territorial e incorporan elementos simbólicos que reflejan las vivencias de las comunidades. “El arte me ha permitido combinar mis intereses y me ha llevado a lugares maravillosos, trabajando con niños y poblaciones vulnerables”, agrega el artista paisa, quien ve el arte como una vocación. En ese sentido, coincide con Ana Milena Tamayo, estudiante de Artes Plásticas de la Facultad. Juntos han desarrollado intervenciones como el mural del Aula Steam en la Facultad de Minas, y han participado en festivales de muralismo dentro del campus El Volador. “Lo que hacemos con el muralismo es darle un nuevo aire, energía y color a los espacios con imágenes que dialogan con el entorno”, dice Tamayo. Esta iniciativa nace del interés de los estudiantes de renovar sus espacios mediante una apuesta gráfica con fuerte carga simbólica, integrando los procesos comunitarios y académicos. “La idea no es borrar murales, sino hacer más y promoverlos”, afirma, satisfecha con el trabajo entregado: “se hizo con mucho cariño y está muy bien trabajado”. Lo común en los contextosLa necesidad de actualizar los edificios 24 y 25 surge del proyecto académico-administrativo Lo común en los contextos, articulado al Plan de Acción 2024-2026 de la Facultad. Esta propuesta busca integrar la armonización curricular, los ajustes en la gestión administrativa y la adecuación de espacios para el bienestar de la comunidad. Los ambientes educativos son esenciales para el aprendizaje, el encuentro y el trabajo colaborativo. Deben facilitar metodologías abiertas y flexibles, que promuevan la participación activa de toda la comunidad en un entorno de respeto y corresponsabilidad. Hoy, las aulas y oficinas de la Facultad se conciben como espacios de intercambio y deliberación, donde docentes y personal administrativo actúan como agentes que acompañan y fortalecen los procesos formativos, en consonancia con los objetivos trazados por el decano en su segundo periodo. |