Lo suyo son los números, las cuentas, el presupuesto, por lo que disfruta su trabajo como asistente administrativa de la Facultad. Hace 10 años llegó a esta dependencia, pero ya trabajaba en la Universidad hacía 14 años en el área de finanzas.
En el 2006 se graduó como Administradora Pública, y en el 2013 terminó su especialización en Gestión de Calidad, otro tema que le apasiona y ha aplicado con empeño en la Facultad, con resultados muy positivos en las auditorias hechas por la Universidad y por entes externos.
Su mayor orgullo son sus dos hijos: Daniela, de 29 años, y Santiago, de 25, con quienes le gusta disfrutar su tiempo libre, que también aprovecha para practicar aeróbicos y viajar.