Hermelinda es oriunda de Acosó, corregimiento del municipio de Condoto - Chocó. Llegó a Medellín en busca de mejores oportunidades, que encontró al ingresar a trabajar en esta Sede de la Universidad.
Se ha desempeñado como secretaria la Oficina de Comunicaciones de la Sede, el Departamento de Química, el Centro de Publicaciones, el Departamento de Ciencias Forestales y actualmente en la Dirección de la Escuela de Artes.
Siendo trabajadora de la Sede quiso aprovechar la oportunidad que la Universidad ofrece a sus empleados para cualificarse, y decidió presentarse a la carrera de Historia, de la cual es egresada. No conforme con eso, empezó a cursar la Maestría en Estética, en la que actualmente realiza su trabajo de grado.
Las ocupaciones que le generan el trabajo, el estudio y su familia, como mamá de Érika e Isaías, no son un impedimento para entrenar, aunque le ha tenido que restar tiempo a esta actividad para dedicarse a su trabajo de grado.
El atletismo es un deporte que practica por hobbie, al cual se ha vuelto adicta, porque para ella es un alto en medio del corre corre de cada día, pues mientras los otros están durmiendo o almorzando, ella está entrenando.
“Disfruto muchísimo las cosas que hago, por eso escudriño hasta encontrar el ratico”, expresa Hermelinda. Piensa que en el deporte como en la vida hay bajos y altos, por eso cuando compite y pierde, felicita al contrincante, porque en ese momento se da cuenta que la otra persona se preparó mejor. De igual manera, cuando gana y sube al podio lo disfruta y lo goza, porque el atletismo ha hecho que en ocasiones cuando va por la calle, o llega a un supermercado, un centro comercial o incluso en la playa, gente que no conoce la salude, y le dice: “usted es la que corre” o “usted es la de la Nacional”, lo que la lleva a pensar que lo que hace es chévere, por ese reconocimiento que con cariño y respeto la gente le expresa.
“Soy buena atleta, no la más tesa como muchos a veces creen, lo que pasa es que con entrenamiento y disciplina se logran cosas y eso es lo que yo hago, sobre todo desde el momento en que alguien que me observaba correr, me convenció para que incursionara en el campo competitivo. Después de mucha insistencia le hice caso y me inscribí en una maratón de 42 km. que salía del puente de Guayaquil y llegaba al parque de Barbosa, y para sorpresa mía la gané, fui la primera mujer que arribó a la meta. Eso me dio toda la moral del mundo para seguir compitiendo y aquí estoy, aunque un poco tarde por mi edad, la cual les diré en el próximo boletín”.
Entre las muchas carreras que ha corrido Hermelinda están la Maratón de Medellín, Media Maratón de Bogotá, Media Maratón de Cali, Media Maratón de Pereira, Maratón de Paipa, Vuelta a la Isla de San Andrés, Carrera Siete Cerros, Carrera Cerro a Cerro, Media Maratón de Rionegro, Carrera del Café, y otras en el país, además de unas pocas a nivel internacional, en las que la experiencia ha sido muy gratificante.
“Me gustaría muchísimo correr la Maratón de Berlín, pero para eso tengo que prepararme mejor porque es la maratón más rápida del mundo, en la que exigen un tiempo de clasificación menor que Boston, a la que me gustaría también volver, por la experiencia tan agradable que viví en compañía de varios colombianos que me esperaron en la meta”.
Es así como los sueños y metas que se traza Hermelinda no se detienen. Para su tesis viene explorando la estética afro y otras temáticas que se tejen alrededor. Dice que quiere llevar a diferentes lugares del país y fuera de él su experiencia como afrodescendiente en Medellín, y lo que ha aprendido desde la academia.
Agrega que su experiencia de vida en la ciudad ha sido muy positiva, y que ha gozado del apoyo y reconocimiento de la gente, en una cultura paisa que para ella se caracteriza por el optimismo y el amor por su tierra, y es lo que quiere enseñar, a partir de su trasegar por la Universidad, pero sobre todo por el conocimiento que le han transmitido los profesores en el aula de clase, pues aunque a veces se sufre, la recompensa es invaluable.
“Frente a la vida estoy siempre dispuesta, y trato de dar lo mejor de mí. Si en el desarrollo de las diferentes actividades hay un contratiempo, prefiero actuar en vez de estar a la caza del culpable, es lo que le enseño a mis hijos”.
“Cuando llueve y hace frío, y todos quieren estar dentro de las cobijas, yo quiero salir a correrle a la pereza, a la inactividad, al mal genio, al sedentarismo, al aburrimiento. Sí, porque todo eso lo ahuyenta practicar actividad física, a la que invito a toda la comunidad universitaria”, manifiesta Hermelinda.