Escala 1 en 5 del mirador a construir en la comunidad de El Astillero. 

Sergio León González, Jean Carlo Quintero Velásquez y David Ospina Carmona son los tres estudiantes del pregrado en Arquitectura que desarrollaron el proyecto Paisaje Compartido como parte de su Trabajo de Grado, asignatura dictada por el profesor Jaime Sarmiento Ocampo. Además de orientar el proceso académico, el docente asesoró a los estudiantes en el diseño, gestión y construcción del proyecto, cuyo objetivo es la construcción de un mirador en la comunidad de El Astillero, vereda de San Antonio de Prado. Este espacio busca integrar a la comunidad, resaltar el paisaje de la vereda y visibilizar su importancia tanto para los habitantes locales como para los visitantes, promoviendo su valor ambiental y social.

"Buscamos comprender el paisaje como un elemento del territorio que le pertenece a cada persona que lo valora o lo habita", explicó Ospina sobre el propósito de la investigación.

Un proyecto que nace del trabajo con la comunidad

Paisaje Compartido surgió del interés de los arquitectos en formación por desarrollar un proyecto en colaboración con alguna comunidad de Medellín. "En esa búsqueda, nos comunicamos con varias fundaciones y funcionarios públicos, buscando algo enfocado en la vivienda", relató Ospina. En este proceso, destacó el papel de Itzamar Cuervo, profesora adscrita a la Escuela del Hábitat, quien facilitó el contacto entre los estudiantes y la comunidad de El Astillero.

"Gracias a las reuniones con la comunidad, definimos que el mirador sería el elemento a construir", añadió Ospina.

El objetivo del mirador no es solo ofrecer un espacio de contemplación, sino también generar apropiación del territorio y fomentar el reconocimiento del paisaje como un valor colectivo. "Nuestra intención es que el mirador sirva como un punto de encuentro para la comunidad y despierte un mayor interés en valorar el paisaje de la vereda. Además, hemos proyectado varias intervenciones más; esta sería la primera de varias iniciativas para las que, con el tiempo, buscaremos financiación externa", manifestó Ospina.

Desafíos y aprendizajes en la ejecución de Paisaje Compartido

Uno de los principales retos que enfrentaron los estudiantes fue la falta de experiencia en gestión, planificación y construcción. A esto se sumaron desafíos técnicos y logísticos, como la necesidad de coordinar con ingenieros, constructores y miembros de la comunidad, establecer un cronograma de ejecución y resolver problemas constructivos inesperados.

Entre los obstáculos más complejos mencionados por Ospina se encuentran las condiciones del terreno, con baja capacidad de carga, pendientes pronunciadas y la presencia de redes subterráneas no identificadas en la fase inicial de excavación. "Todos estos inconvenientes hemos logrado solucionarlos con el apoyo de varios profesionales de la universidad y gracias a nuestra capacidad de adaptación", señaló Ospina, destacando el acompañamiento del profesor Jaime Sarmiento. "Estamos profundamente agradecidos por su apoyo, guía y energía", añadió.

Más allá de los retos técnicos, los estudiantes enfatizaron el aprendizaje que esta experiencia les ha aportado en su formación profesional y personal. "La arquitectura se aprende pensando y haciendo. La teoría es fundamental y fue clave en la investigación, pero la ejecución es uno de los componentes más importantes en nuestra formación", reflexionó Ospina.

Desde su perspectiva, este proyecto reafirma la importancia de la arquitectura como una disciplina que va más allá de la estética o la técnica: "Lo que hacemos como arquitectos no es solo para nosotros o para la disciplina, sino para las personas que habitan los espacios. Todo proyecto puede entenderse como un collage de apreciaciones y puntos de vista construidos en conjunto entre arquitectos, ingenieros y las comunidades a las que se dirige".

Aunque el camino para la materialización del mirador en El Astillero aún es largo, los primeros pasos ya están dados. Paisaje Compartido no solo está transformando un espacio físico, sino también la manera en que la comunidad y los futuros arquitectos entienden y se apropian del territorio.